Hablamos con Sergio Rodriguez, base del Real Madrid, quien compartió en exclusiva con Backdoor Podcast algunas anécdotas sobre su carrera, sus temporadas en Milán, su regreso al Real Madrid y sus entrenadores.
A continuación os ofrecemos la versión completa de la entrevista a Sergio Rodriguez en español.
¿Que tal estás, Sergio Rodriguez?
Bien
Empecemos por remontarnos a tus años en Olimpia Milán, ¿Cuándo y por qué decidiste venir a Milán para unirte a su proyecto?
En ese momento había terminado mi temporada con el CSKA, teniendo la oportunidad de ganar la Euroliga; creo que había llegado el momento de cambiar de aires y probar una nueva experiencia. Siempre tuve buena impresión sobre Milán y Olimpia, creo que era un proyecto con muchos márgenes de mejora. Cuando llegué me di cuenta de que se necesitaría mucho trabajo para convertirlo en un proyecto ganador pero estaba seguro de que, en algún momento, tendríamos opciones para llevarnos todos los títulos por los que competiríamos. El tiempo pasado ahí ha sido estupendo, he hecho muchas amistades y me he llevado grandes recuerdos. Siempre siento que Milán es una de mis casas.
Entre todos los recuerdos y las experiencias que tuviste en Milán, si tuvieras que elegir tres momentos, tres fotos, ¿con cuales te quedarías?
En primer lugar, los mayores recuerdos los encuentras a lo largo del camino para conseguir las metas que te has prefijado, aunque, claramente, los mejores son cuando ganas, así que el primero pondría el Scudetto, segundas las dos Copas que ganamos y finalmente lograr clasificarnos para la Final Four. Ese fue un momento que no podimos compartir con nuestra afición porque estábamos en la temporada post-pandémica, sin embargo, esos son los tres mejores momentos de mi recorrido en Milán, aunque, por supuesto, si tuviera que quedarme algo, sería el haber jugado en el Fórum. Tuve una gran conexión con la gente de ahí, trabajar con los compañeros que he tenido y con todo el personal del club ha sido una grandísima experiencia.
Entre todos los amigos que tienes en Milán, imagino que uno de los más importantes ha sido Kyle Hines quien, además, te ha señalado como uno de los más importantes factores que le hicieron aterrizar en Milán, ¿cómo le convenciste a venir?
Cuando entras en una situación como la que teníamos en Milán, lo primero que quieres añadir es mentalidad ganadora y gente preparada para enfrentarse a todas las circunstancias y estar a tu lado para lograr un objetivo común. Kyle y yo ya habíamos jugado juntos en Moscú durante dos años y sabía qué clase de profesional y persona era. Además era la pieza que encajaba perfectamente con el tipo de planteamiento que estaba llevando a cabo Olimpia. Creo que su llegada fue una gran noticia para todos, para el club, para nosotros como compañeros e incluso para él, ya que encontró su nueva casa y está disfrutando de verdad su período en Milán, no sólo jugando, sino también desde el punto de vista personal.
Ahora, por supuesto, estás en Madrid. ¿Ha sido algo inesperado o ya te habías planteado reabrir otro capítulo de tu experiencia en el Real Madrid? ¿Lo consideras la mejor conclusión o el mejor reinicio de tu carrera?
Era una gran ocasión y otro gran reto a afrontar. Después de haberme sentido en casa estando en Milán y ganando, había llegato el momento de cerrar mi capítulo ahí. Tuve la oportunidad de volver a Madrid, a casa, jugando en un club al que admiro mucho. Me siento muy a gusto en mi actual situación, cuando empiezas, nunca sabes donde vas a jugar a lo largo de tu carrera, sin embargo, ser capaz de estar en este club en este momento de mi carrera es algo que valoro mucho. Siempre estoy para apoyar a todos a conseguir nuestros objetivos comunes y jugar en el Real Madrid supone aspirar a ganarlo todo. El año pasado tuvimos una temporada larga que terminamos ganando la Euroliga y ha sido una sensación increíble. No hay mejor forma para volver a casa, en un equipo al que conoces, en un ambiente al que conoces, que ganar el trofeo más codiciado.
Hablando de ganar la Euroliga, imagino que ya estás harto de hablar sobre la serie ante el Partizan, ¿podrías decirnos un momento más importante en lo personal para Sergio Rodriguez?
Creo que hablo para todos, discutimos mucho sobre el asunto, todo el mundo habla de ello. Ha sido una gran serie desde la perspectiva de la competitividad. Para nosotros el momento fue el primer partido en el que perdimos a Tavares que sólo jugó la primera parte. Ya a partir del segundo encuentro no pudimos contar con el pero se recuperó a tiempo para estar en el tercer partido que fue un punto de inflexión para nosotros. Estábamos en una arena, cuando llevas muchos años de profesional, crees saberlo todo o haberte enfrentado a todo tipo de ambiente. Sin embargo, cuando fuimos a casa del Partizan el año pasado, fue realmente increíble e, incluso dentro del sitio, los aficionados serbios fueron muy respetuosos con nosotros, nos ayudaron y animaron a su equipo. Fue un partido súper ruidoso y creo que cambió nuestra temporada porque nos dio la sensación de poderle ganar a cualquiera en cualquier cancha; creo que fue el momento en el que realmente nos dimos cuenta de estar preparados para ganar la Euroliga.
¿Puede que estos, el feeling que tenías y la conexión con los pabellones y la gente, fuera uno de los motivos que hicieron que tu experiencia en la NBA fuera quizás peor de lo que te esperabas? ¿Crees que quizás un Sergio Rodriguez más maduro hoy podría tener una carrera más larga en la NBA?
Nunca se sabe. Lo he pasado realmente bien durante todo el tiempo que estuve ahí. Ante todo, cuando tenía 20 años, me desarrollé mucho estando en la liga más importante del mundo y jugando ante los mejores siendo aún tan joven. He valorado mucho esa experiencia y he crecido mucho; la segunda vez, estando en Philadelphia en un buen sitio, me sentí muy afortunado por poder explorar cosas diferentes. Por supuesto me sentía así ya sólo por jugar en la NBA, pues es una de las mejores cosas que me han ocurrido a lo largo de mi carrera profesional. Además, toda esa experiencia adquirida me ha permitido ser mejor jugador en la Euroliga y en el baloncesto europeo. Así que nunca se puede saber, el 90-95% de las veces depende del ambiente en el que estás. Creo que tuve oportunidades y fui capaz de ayudar a mis equipos y mejorar, me siento muy afortunado por tener la carrera que tengo, sé que no es nada fácil.
Según tu, ¿quién ha defendido Sergio Rodriguez mejor? ¿Quién te ha costado más defender? ¿Vienen de la NBA o de la Euroliga?
Bueno, depende. La NBA es un poco más individualista, necesitas concentrarte sobre un jugador que es muy, muy bueno. Aquí, en Europa, es algo más colectivo, más de grupo, por lo que tienes que estar preparado para trabajar en equipo. Tanto ofensiva como defensivamente, esto ocurre más en la Euroliga que en la NBA. En la NBA hay más unos contra unos, hay jugadores capaces de hacer lo que quieran y necesitas intentar limitar su talento. Ambas tienen sus proes y sus contras. Quizás los nombres sean dos, Kobe Bryant y Kevin Durant. Cuando les ves jugar y estás en el equipo contrario, te dices a ti mismo “Ok, ¿cómo puedo ingeniármelas para limitarle?”, o lo hablas con el equipo preguntando: “¿cómo podemos limitarle?”. Pero, claro, son dos y sólo te queda pensar “vale, recemos porque harán lo que quieran”.
Me gustaría pedirte que me describas en una palabra algunos de los entrenadores con los que has trabajado, empezando por Ettore Messina.
Un maestro, alguien muy cercano.
Pablo Laso
Diversión, alegría.
Dimitris Itoudis
Ganador, un ganador listo para hacer todo lo que está en su mano para ayudar al equipo a ganar.
Chus Mateo
Se ha reivindicado como gran entrenador, ganando partidos importantes y grandes títulos con el Real Madrid. Tras muchos años como asistente nunca es fácil tomar las riendas, menos aún en un club como el Madrid, él ha demostrado ser capaz de hacerlo.
Finalmente, con cuantas palabras quieras, Ricky Rubio.
Ricky es un genio; ha tenido una carrera estupenda tanto en la NBA como con la Selección y el Barça. Para mí, al ser contemporáneos y haber compartido vestuario en la Selección, siempre es un gusto verle jugar. Le deseo lo mejor para su inmediato futuro en Barcelona, aunque veremos cómo le irá, ya que nosotros también queremos ganar.